Cadetes en Huambo

Explosión controlada de una mina en Huambo, por la Misión de Verificación de Angola de las Naciones Unidas

Explosión controlada de minas en Huambo, por la Misión de Verificación de Angola de las Naciones Unidas (UNAVEM)

A fines de 1989 a algún energúmeno en los mandos del ejército en Cuba se le ocurrió que sería muy buena idea enviar a Angola para su “fogueo en un teatro de operaciones real” a un curso completo de precadetes de las FAR.

En realidad eran adolescentes procedentes de las llamadas escuelas vocacionales «Camilo Cienfuegos»,  sin ningún tipo de entrenamiento, exceptuando las películas de video baratas, con una enorme paranoia acentuada por la inexperiencia e ingenuidad de la edad.

Desde que llegaron se acabó lo que se entendía en esos días como relativa tranquilidad en Huambo; era una balacera detrás de la otra. Ellos ocupaban una posición aledaña a la nuestra, no había forma de ver el cabrón televisor.

Aunque casi todo en el destacamento de helicópteros estaba bajo tierra como en todas las posiciones alrededor del aeropuerto de Huambo, era una alarma de combate detrás de la otra, nos pasábamos noches enteras tirados de bruces dentro de las trincheras, todos enfangados, mojados y “cagados de miedo” no por el fuego enemigo,sino por la posibilidad de ser acribillados por aquellas caricaturas de rambo totalmente fueras de control.

Desgraciadamente casi a la medianoche del 31 de diciembre de 1989, un ciudadano angolano muy conocido por los cubanos en la zona entró en uno de los «trillos» libres de minas en los campos minados que rodeaban nuestras posiciones y los precadetes abrieron fuego como de costumbre, hiriéndolo gravemente.

A la sazón Huambo era en ese entonces, y aún hoy sigue siendo uno de los sitios en nuestro mundo donde hay más minas y artefactos para detonar, sin ningún tipo de control. El mapa lo van trazando con cada nueva detonacion en los campos de labranza los más dañados por esa guerra tan insensata: los campesinos, y sobre todo los niños y las mujeres.

Cuando cesó la balacera solo se oían los quejidos del herido. Según el protocolo existente estaba estrictamente prohibido entrar en un campo minado de noche, ni siquiera el personal especializado podía hacerlo antes del amanecer. El resto de la noche transcurrió escuchando cómo se le escapaba la vida a aquella persona, hasta que el silencio se impuso. Al salir el sol los zapadores entraron en el campo minado pero ya era tarde.

(Testimonio del lector Noel)

Un misterioso accidente

Sistema antiaéreo cubano Strela-10 (SA-13) en Cuito Cuanavale

Sistema antiaéreo cubano Strela-10 (SA-13) en Cuito Cuanavale

El lector Alberto cuenta en su comentario al post Minas Cubanas , que en Angola ocurrieron: «negligencias técnicas como alguien que, por no cambiar una estación de combate a «ENTRENAMIENTO» mientras utilizaban un avión amigo para entrenar provocó su derribo(AN-26) con 26 cubanos a bordo, todos muertos of course».
He escuchado por varias fuentes versiones sobre el suceso. El periodista José Antonio Évora, hoy residente en Miami, llegó a Angola como corresponsal de guerra el 1 de mayo de 1988 y recuerda haber escuchado que el accidente narrado por Alberto se había producido pocos días antes, o sea, a fines de abril de 1988. A su regreso a La Habana, 45 días después , se encontró con el general Rogelio Acevedo (hoy Presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba), y le pidió entrevistar al artillero que ocasionó el accidente, de quien se decía estaba ya en Cuba bajo tratamiento siquiátrico. «Eso es periodismo amarillo», ripostó ofendido Acevedo y le dio la espalda.
Al parecer el accidente fue reportado la prensa cubana pero sin especificar que fue a causa de  «fuego amigo». He oído también que entre los civiles que viajaban en el avión derribado estaba una maestra holguinera, María Teresa Bolmey, con cuyo nombre fue bautizada una escuela semiinternada de la Ciudad de Holguín.
¿Alguien tiene más detalles sobre este suceso? ¿Cuántos muerto hubo? ¿Qué sucedió con el artillero que causó el accidente?