
Capitán Jorge González Pérez, caído en Angola. El avión MIG-23ML que pilotaba fue derribado cerca de Menonge el 25 de julio de 1986. Foto tomada del blog HavanaLuanda
Recuerdo el día que cayó el piloto de la foto, Jorge Pérez. Yo estaba piloteando al lado de él cuando lo derribaron. El día antes ya le habían dado duro en su avión y había aterrizado con un tremendo hueco en la cola por un impacto de un cohete.
Aún no está claro para nosotros qué fue lo que lo tumbó, sólo recuerdo su voz cuando dijo «entrando en combate» y «fuego». Unos minutos después se vio una gran explosión en tierra, todo indicaba que le dieron en el propio vuelo con la antiaérea, pues su avión impactó en el mismo lugar en el cual había disparado sus C5.
ERA UN EXCELENTE COMPAÑERO
Los jefes no dejaron que los helicópteros fueran a rescatar sus restos, dijeron que podían ser derribados también (Testimonio de un lector anónimo)
Pueden consultar aquí el listado tentativo de los pilotos cubanos derribados, está abierto a ajustes y aclaraciones.
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mi abuelo JOJE PEREZ murio en la gerra adriana yo no le vi luchar lo mataron contra francia y le añoro le quiero muco y no dejo que se burlen de el te quiero abuelo
1997-1546-6-1999
MI ABUELO NACIO EN MAYO
DEL 1997 MI ABUELA 1546 DEL 6
Y ESTO ES TODO LO QUE CUENTO A I SE BIERON EN EL AÑO 1999 LLORE Y MORI POR ELLOS
FIN THEN ESPULAN HGOTBAY
La desaparición del avión del “Gordo” fue muy impactante para todos. Desapareció de la pantalla del radar durante un vuelo de reconocimiento nocturno en Menongue (1988). Detectar los campamentos de la UNITA era tarea fácil de noche, pues dadas las bajas temperaturas, ellos encendían hogueras.
Esa noche se encontraban funcionando solamente los radares de aproximación y posición, no así el radar de altura (se encontraba fuera de servicio). Por eso nunca sabremos, con certeza, a que altura se encontraba el Gordo cuando entro en el rumbo de combate.
Efectuó una picada de última hora. Ya había decidido dirigirse a otra área, después de reportar no existir objetivo a la vista. Inmediatamente informó ver una luz y acto seguido decidió atacar. No se supo nada más.
El navegante de orientación lo perdió de vista en el radar. De inicio pensó que podía tratarse de la disminución de la altura durante el proceso de la picada. Luego de llamarlo incesantemente, informó la desaparición.
Las tripulaciones de helicópteros estaban dispuestas a salir hacia la posición que se había ubicado en la pantalla del radar, pero el Coronel Alonso, que fungía como Jefe de la Sección de Aviación de la DAAFAR, decidió que solamente despegara Marcilla y tomara altura sobre el campo, con la radio estación de rescate conectada, con el fin de determinar si se encontraba la señal de auxilio en el aire.
Cualquiera, menos inteligente, se hubiera dado cuenta que a esa distancia (100 Km.) era prácticamente imposible recibir esta señal, aunque en teoría aparezca (en blanco y negro) que a tal altura se capta a tantos Km.
Insistimos en despegar al día siguiente, con la salida del sol, pero no fue hasta las diez de la mañana que nos autorizaron el despegue y casi a regañadientes. Con la cantidad de tropas cubanas y angolanas que se encontraban acantonadas en la región, no fuimos capaces de organizar una búsqueda, ni tan siquiera un simulacro.
El argumento de que sería una operación muy riesgosa contrastaba con la decisión de los pilotos de helicópteros. También contrastaba con el riesgo que corrían otros compañeros que no salían de una para entrar en otra fiesta en Rosalinda, lugar de descanso de la MMCA en Luanda.
Nunca nos explicamos aquella conducta y aun hoy no le encontramos otra explicación, que no sea el desconocimiento, la indolencia y la incapacidad, de nuestros jefes.
??Podrias poner algunos ejemplos de su
excelencia??
Hablar bien de los muertos suele ser un lugar comun.