Este monumento es un símbolo para los diversos grupos independentistas de Cabinda. El Tratado de Simulanbuco, firmado en 1885 entre Lisboa y los gobernantes nativos, hizo del enclave un protectorado portugués. En enero de 1975, el Tratado de Alvor entre el MPLA, la UNITA, el FNLA y Portugal, integraba Cabinda a Angola, pero no incluyó a grupos políticos del enclave, que desde entonces se niegan a aceptarlo.
Por eso, cuando las tropas cubanas entraron en Cabinda en agosto de 1975 para asegurar el control del MPLA en la zona, muchos cabindeses consideraron que se trataba de una usurpación de su territorio. El Frente para la Liberación del Enclave de Cabinda (FLEC) buscó apoyo en un aliado circunstancial, el presidente de Zaire (hoy República Democrática del Congo), Mobutu Sese Seko, y junto a mercenarios franceses y estadounidenses intentaron capturar Cabinda.
Ramón Espinosa Martín, al frente de las tropas cubanas en el enclave, asegura que el propio Fidel Castro calculó con la fecha de la invasión: dos o tres días antes de la declaración de independencia de Angola (11 de noviembre de 1975).

Raúl Castro condecora al general Ramón Espinosa Martín, como parte de su ascenso enero de 2009 a viceministro de las FAR
Espinosa había tenido algún tiempo para preparar a las fuerzas cubanas y entrenar a las FAPLA.
A su llegada en agosto al enclave, se hizo pasar por un periodista argentino y pudo hacer un reconocimiento de la frontera con Zaire, e incluso compartió una cerveza con un capitán zairense que días después murió en la fallida invasión. Espinosa ordenó un extenso minado en el área fronteriza de Subantando (hoy Baca). Se colocaron más de 500 minas en lo que fue quizás el primer uso masivo de esos letales dispositivos por parte de los cubanos en Angola.
En los primeros días de noviembre, el jefe de la MMCA, Raúl Díaz Argüelles, le ordenó a Espinosa que enviara parte de sus fuerzas a Luanda, pero este se negó, a sabiendas de que esperaba una invasión. Argüelles tuvo que visitarlo personalmente en Cabinda, junto al hoy general de brigada Victor Schueg y al coronel Armando Saucedo, para convencerlo, según ha relatado el propio Espinosa. Quizás por esas divergencias, a pesar de ganar la batalla de Cabinda, Argüelles reemplazó a Espinosa por Joaquín Quintas Solá.
Había más de 200 cubanos y dos batallones de las FAPLA en el enclave cuando se produjo el primer ataque, el 8 de noviembre, por el este de (Chimbuande y Chingundo). El primer pelotón de las FAPLA que le salió al paso fue diezmado; los refuerzos enviados por Espinosa cayeron en una emboscada.
El 9, las FAPLA lograron rechazar un intenso ataque cerca de Subantango. El minado los alrededores de esa localidad contribuyó a frenar el avance de los atacantes por la zona.
El 11, las tropas FLEC-zairenses avanzaban por el valle de N’to, con la intención de capturar Cabinda a finales del día, pero fueron recibidas con las «cuatro bocas» que les causaron numerosas bajas y provocaron además la retirada.
Mientras se producía el enfrentamiento en N’to, Espinosa fue informado de un desembarco naval por la zona de Labe, al sur de la ciudad de Cabinda. De acuerdo con el recuento del historiador Edward George, los cubanos contaban con un único lanzacohetes GRAD-1P, emplazado en un promontorio que tenía buena visibilidad de la costa, y sin tiempo para afinar la puntería, Espinosa le ordenó disparar a un soldado angolano . La suerte los acompañó, porque el proyectil impactó la embarcación de avanzada y puso a los invasores en retirada.
La controfensiva comenzó el día 12, provocando el repliegue de las fuerzas del FLEC y Zaire. El día 13 a las 3 de la tarde, Cabinda quedaba en manos del MPLA. Los invasores sufrieron unas 600 bajas mientras que las FAPLA y los cubanos perdieron unos 30 hombres.
Aquí pueden ver un breve documental con versión oficial cubana de la batalla de Cabinda, muy interesante:
Filed under: Batallas | 8 Comments »
