Silvio Rodríguez en Angola (II)

Silvio Rodríguez cantando en Angola en 1977. Imagen tomada de un video

Silvio Rodríguez cantando en Angola en 1977. Imagen tomada de un video

Silvio estuvo en Tchmutete en el año 1977, venía con un yeso en la muñeca -tal vez se le había virado una uña- se le veía preocupado y hosco. Almorzaron con el mayor Soto de Santa Clara en la unidad de nosotros en la mina. El jefe de unidad (un pendejo más) vivía en la casa del jefe de la FINA, que era la marca comercial del combustible que utilizaba la mina cuando operaba antes de la guerra, allí daban las fiestas.

A Silvio le conocí desde su despegue, cuando daba funciones en los teatros y le suspendían la función, incluso tenía una canción que terminaba así: “que me suspendan la función”, nunca más he vuelto a oírla.  Escribía poemas que le quedaban bien.  Yo estaba becado en La Habana y recuerdo uno que me gustaba mucho y hasta me aprendí de memoria: «Todo queda en familia».

Ellos actuarían en la villa donde había una especie de anfiteatro y como al chofer del ómnibus en que andaban, que era de las BM-21, yo lo conocía, pues monté con ellos y dos o tres amigos más . De pie en el pasillo y al quedar frente a Silvio le espeté:  ‘Silvio, “todo queda en familia”.  Me miró con desgano y solo me contestó:   “cómo ha llovido desde entonces ”. Me viré y me puse a conversar con uno de los Papines, que venían también en la comisión.

Hablando con él surgió una anécdota. Venía otro artista y yo no sabía quién era y le digo: «¿y ese quién es?, y me dice: «llevo más de un mes con esta gente pero a ese no lo conozco».  Le pregunta entonces al hermano, «¿cómo se llama ese feo?». El otro papín le respondió: «Vicente Feliú»,  y [el primero] dice:  «Hasta en el apellido lleva el feo»;  nos tuvimos que reír. De más está decir que la actuación fue lo que se temía desde el principio por todos, un sinsabor por la obligación y olvídate del honor de  «los hermanos internacionalistas”.

(Testimonio del lector Jibacoa en los comentarios al video de Silvio en Angola, que pueden ver aquí)

El campamento secreto de Boma

Asesores militares cubanos a la entrada de Boma en 1977. El tercero de izquiera a derecha era jefe de la misión médica en Luena.

Asesores militares cubanos a la entrada de Boma en 1977. El tercero de izq. a der., Miguelito, era jefe de la misión civil en Luena; la mujer es su esposa.

En Boma, en el noreste de Luena [antiguo Luso], se armó  un campamento para los guerrilleros de Rhodesia -hoy Zimbabwe- . Estaba ubicado en las instalaciones de un antiguo leprosorio y era dirigido por asesores militares soviéticos y cubanos. Siempre vi más cubanos que rusos, pero casi todos los bolos de Luena estaban concentrados allí.  Los cubanos eran graduados de inglés  o profesores de ese idioma.

La primera vez que me mandaron, en 1977, me dijeron que iba a una misión secreta, que no se lo podía decir a ninguno de mis compañeros. El sitio era horrible, había que atravesar un río para llegar, y se llegaba por medio de un camino arenoso en medio de «la mata». Las edificiones del leprosorio eran de concreto, y luego agregaron casas de campaña.

Los médicos militares hacían el chequeo y yo tenía que vacunar a la gente, contra el tétanos sobre todo. Yo calculo que debe haber habido unas 10 mil personas, yo vacunaba en un día más de cien. Tenían muy mal estado de salud, se veían muy delgados, uñas pálidas.  Sabías que estaban anémicos sin tener que sacarles sangre.

Como al mes de empezar a ir, más o menos,  comenzaron a enfermarse y a morirse como moscas. Inicialmente los trasladaron al hospital militar de las FAPLA en Luena, donde los tenían acostados en el suelo, uno al lado de otro. Se morían 3 o 4 diarios. Después decidieron dejarlos aislados allá en Boma.

Se mandaron a buscar epidemiólogos y microbiólogos de Cuba y desde Luanda analizaban las muestras de sangre, pero nunca se supo de qué morían. Quién sabe si era sida, eso no se conocía en la época.

Dentro del campamento de Boma se celebró el 60 aniversario de la Revolución de Octubre, en 1977. Toda la brigada médica cubana de Luena fue para allá. Fueron incluso las mujeres de los asesores rusos. Los oficiales rusos vivían frente al hospital de Luena y viajaban todos los días a Boma.

La primera noticia que tuvimos de la existencia de ese campamento fue a través de un cirujano, a quien mandaron a Luau, en la frontera [con la actual República Democrática del Congo]. Le tocó reconocer a decenas de miles de hombres de Rhodesia y escoger a los más fuertes; a esos los mandaban en tren para Luena y de ahí al campamento de Boma.

El entrenamiento duraba entre tres y seis meses; luego traían más guerrilleros.

Ya cuando yo estaba en Cuba, como al año -creo que en 1979- me contaron que bombardearon el campamento y hubo muchas víctimas, tanto entre los rhodesianos, los rusos como los cubanos.

Un asesor militar nos contó que aparentemente el enemigo se infiltró y marcó el campamento con banderas en lo alto de los árboles para facilitar el ataque de la aviación rhodesiana. Los aviones entraron por el este, y nadie los vio, temprano en la mañana. Arrasaron.

(Testimonio de una ex enfermera cubana)