Entierro de los caídos en Angola: 20 años después

Velorio de los restos de internacionalistas caídos en Angola y otras partes de África, en 1989

Velorio de los restos de internacionalistas caídos en Angola y otras partes de África, en 1989

Yo tenía 17 años y recuerdo nítidamente la lenta procesión funeraria en  la «Plaza de la Revolución»  de Holguín,  la gente solemne y callada; los rostros lúgubres y el silencio multitudinario, abrumador. De pie durante horas en mi uniforme blanco y mostaza de preuniversitario, viendo pasar aquellas pequeñas urnas, todas idénticas, tuve quizás la primera noción de la magnitud de nuestras pérdidas en Angola y el resto de Africa.  La cifra de muertos que había leído en el periódico local adquiría otra dimensión ante mis ojos: recuerdo haber pensado entonces que eran muchos, muchos muertos.

Hoy, visitando mis recuerdos del 7 de diciembre de 1989, tengo la sensación de que presencié  un funeral  extraño, aséptico. El gobierno cubano, que durante tantos años privó a las familias de velar a sus muertos, les quitaba una vez más el derecho de tener un rato a solas con los restos de sus seres queridos. Para muchas fue, de todos modos, un segundo entierro:  el primero había sido con la foto del caído en Angola, en la privacidad de sus casas.

El gobierno cubano ha tenido la patética idea de recordar el entierro masivo, codificado militarmente como «Operación Tributo», con la retransmisión hoy del acto central de las honras fúnebres, que se realizó en El Cacahual con la presencia de Fidel Castro y José Eduardo Dos Santos. Habrá ofrendas florales, seguramente, y luego sobrevendrá el silencio.

Una nota de Juventud Rebelde da una cifra de total fallecidos en misiones internacionalistas en África y Nicaragua en un período de 13 años:  2289. Según cifras oficiales, 2077 perecieron en Angola.

¿Cómo recuerdan ustedes ese día? ¿Cómo creen que debería rendirse honor a los caídos en Angola?