Dos recomendaciones

-Una foto, inédita en Cuba, de Nelson Mandela junto a Jonas Savimbi, en el blog HavanaLuanda

-Un relato autobiográfico sobre la llegada de un internacionalista a Luanda en 1976, en el blog Tomar la palabra .

Memorias de la MMCA (II)

Pensábamos que ya por ese día teníamos bastante, pero la aeromóvil especial necesitaba apoyo. Habían quedado solamente unos pocos hombres en los alrededores de una base de la UNITA y aunque por radio reportaban que el enemigo se retiraba organizadamente, era imprescindible reforzarlos.

Hora y media después volvíamos a despegar. Esta vez solo una pareja de helicópteros, los otros tres quedaban en manos de los técnicos, quienes trabajarían durante toda la noche para que al siguiente día estuvieran listos para la contienda.

Estábamos preocupados. La tripulación,  designada el día anterior para el reconocimiento,   había  actuado de líder en el desembarco matinal y continuaba insistiendo en que no estaba segura de haber encontrado la plaza del desembarco planificada.

¿Donde habíamos dejado a parte de la compañía aeromóvil especial?

Eran solamente 70 ó 75 hombres, de los 120 efectivos que tenía la compañía. Por lo menos debíamos dejar 30 hombres más, pues quién podía asegurar la suerte que correrían.

El asunto era no dejarlos separados.

Gracias precisamente a la preparación que les habíamos impartido, logramos localizar la aeromóvil especial. Nos orientaron a través de la radio hasta la plataforma de desembarco.

Apreciaban que el enemigo se retiraba organizadamente, evadiendo todo contacto con ellos. Una vez en tierra nos dijeron que el mando superior les había ordenado organizar la defensa y no entablar combate a no ser que el enemigo se los impusiera.

Realizado el despegue desde la posición de la aeromóvil, establecimos el rumbo combativo para atacar las posiciones enemigas. Pudimos comprobar que, efectivamente, el enemigo se encontraba en franca retirada y lanzamos nuestros cohetes no dirigidos.

En lugar de salir del rumbo combativo luego de efectuar los disparos de cohetes, Silvio González Mojena, que actuaba como líder de una de las tripulaciones de helicopteros y segundo jefe de la escuadrilla, continuó en la misma trayectoria de vuelo, trayendo por resultado que al helicóptero en el cuál veníamos fuera alcanzado por los proyectiles de la infantería enemiga**.

Al salir del rumbo combativo, notamos que en los paneles de instrumentos  una luz se encendía y apagaba de forma intermitente. El  líder de la pareja nos comunicaba que teníamos un gran salidero de combustible. No sabíamos qué querían decir aquellas lucecitas y para colmo de males las letras estaban en lengua rusa.

Por suerte Diosnel Rodriguez, técnico de vuelo (graduado en la URSS), dijo que no eran más que los limitadores de temperatura de los gases de escape de los motores, que una vez desconectados los interruptores correspondientes no funcionarían, sin que por esto la avería se hiciera más complicada.

El salidero era por el tanque auxiliar de combustible, situado en la cabina de carga.  Diosnel, que luego de desconectar los imitadores de temperatura había ido a inspeccionar, me informó que era imposible taponarlo porque el hueco era muy grande. El tanque de combustible se había abofado, y el piso de la cabina de carga se encontraba anegado. Luego de haber desconectado el sistema de armamento, Silvio nos propuso aterrizar en una plataforma, al amparo de uno de los Batallones de Infantería Motorizada (BIM) que participaban en el “Ejercicio Táctico en Campaña”, pero después de hacer el cálculo de combustible, decidimos regresar a Menongue.

Aquel día, después de la primera misión, el número cinco de la escuadrilla, Argelio Morell Gil, le había planteado al Jefe del Regimiento que no se sentía bien para continuar volando. Al escuchar aquella queja nos pasó por la mente la posibilidad de que Morell estuviera sintiendo miedo.

Al finalizar la segunda misión, después de 45 minutos de vuelo con un salidero de casi 900 litros de combustible, sentimos un dolor profundo en la parte posterior de la cintura, que aun hoy atribuimos al miedo. Una vez tomado el descanso requerido, el dolor desapareció sin dejar rastro.

Como la UNITA tenía muy mala puntería por aquel entonces, hoy podemos hacer el cuento.

** Al realizar un ejercicio de puntería, sobre objetivos en movimiento, se debe tener en cuenta un ángulo de anticipación o de lo contrario el proyectil en lugar de hacer blanco se va por detrás. En nuestro caso, todos los proyectiles que  tocaron al helicóptero número, muy posiblemente estuvieran  destinados al helicóptero líder.

Testimonio del lector Manchiviri, parte de un libro inédito. Pueden visitar su blog aquí.

Nueva adición al blog

He agregado una cronología de la Guerra de Angola, que pueden ver en el encabezado del blog, y aquí . Aún está en proceso, pero pueden irla consultando pues la estaré ampliando un poco todos los días hasta terminarla.

Los «bolos» y los cubanos

Asesor ruso flanqueado por dos soldados cubanos. Foto tomada del blog de Veteranos Rusos de la Guerra de Angola

Asesor ruso flanqueado por dos soldados cubanos. Foto tomada del blog de Veteranos Rusos de la Guerra de Angola

Durante toda la guerra, los cubanos trabajaron junto a los asesores soviéticos. ¿Cómo eran las relaciones entre ambos grupos?  ¿Compartían por lo general la misma estrategia militar, o eran frecuentes las diferencias? ¿Cómo era status de vida de los rusos, en relación con los cubanos?

¡Feliz 2010!

Paloma africana, común en países como Angola

Paloma africana, común en países como Angola

Les deseo un excelente año a todos los lectores del blog, con paz, salud y prosperidad.

La Guerra de Angola ha sido la más larga en la historia de Cuba y paradójicamente ocurrió fuera de territorio nacional: duró 16 años, más que la Guerra de Independencia de 1868, y sin embargo todavía los propios cubanos sabemos muy poco de ella. El testimonio de todos ustedes ayuda a comprender mejor lo que sucedió allá.

En el 2010 nos acercaremos al vigésimo aniversario de la retirada de las fuerzas cubanas en Angola, que se cumple en el 2011, y abordaremos los temas más espinosos y controversiales  de la guerra, como el rol de las mujeres y la batalla de Cuito Cuanavale.

Luanda, la ciudad más cara del mundo

Luanda hoy

Luanda hoy

LUANDA (AFP) – Considerada por la revista Forbes como la ciudad «más cara del mundo para los extranjeros», Luanda, la capital de Angola, es también una de las más desiguales del planeta, con millones de pobres instalados junto a hoteles de lujo y vehículos todo terreno, surgidos de la bonanza petrolera.

Un tráfico infernal, una nube de contaminación, una masa humana en constante movimiento, calor y humedad, ‘monoblocks’ derruídos de los años 60, grandes avenidas, favelas, el mar, edificios en construcción elevándose como champiñones… Sí, no hay duda, Luanda es el reino de la ‘confuçao’, como repiten los angoleños.

Lean el resto del reportaje aquí.

Sería interesante que algunos de los cubanos que estuvieron durante la guerra en Angola y ahora están allá nos cuenten cómo ha cambiado la ciudad.

¿Alguien conoció a mi padre en Angola?

Una de las medallas otorgadas a los internacionalistas de Angola

Una de las medallas otorgadas a los internacionalistas de Angola

Leer los relatos publicados en este blog me convierten en un testigo silente de cuánto dolor crean las guerras. Es como una ventana a lo que pasó mi padre en África. A su regreso a Cuba nunca me quiso contar ningún «cuento» . «Pipo! ¡dime un cuento de la guerra, compadre» – «No».  Ahora los leo aquí y no puedo evitar que en momentos se me humedezcan los ojos.

Mi padre ya murió en Cuba. Yo solo vi las fotos de su funeral y sus medallas. Siempre he querido saber por lo que él pasó.  Su nombre era José Ramón Mariño Fernández.  Era dermatólogo del Hospital Militar de Marianao, y despues fue epidemiólogo del ejército central con su oficina en Matanzas.  Fue a África de capitán y cuando regresó lo convirtieron en mayor. Creo que estuvo en Angola en la segunda mitad de los años 70.

Nosotros somos de Rancho Boyeros, La Habana. Me acuerdo que un buen (mal) día yo regresé de  la escuela; mi madre lloraba y no vi a mi padre durante mucho, mucho tiempo.  Nos decían que estaba en Camagüey.  Todo era secreto, hasta que  nos dijeron que estaba en Angola.  Me dio rabia el engaño.  Uno es muy joven pero no es bobo.  En aquel entonces culpaba a mi padre por no decirnos.

Un par de veces mencionó que el avión de transporte militar en el cual viajaba se había extraviado sobre territorio de Namibia y que el tiroteo fue intenso. En otra oportunidad se le escapó que tenían que tener cuidado con los angolanos pues por el día estaban con los cubanos y por la noche trataban de asesinarlos cuando dormían.

Un compañero de él me dijo un día: «Oye, chamaco» – apuntando con su dedo índice a mi padre – «Tu papá no es ningún pendejo, OK? Eso es para que sepas». 
 
Si alguien lo conoció y me puede contar algo por favor escribirme a pepemarino@gmail.com. (Testimonio del lector Pepe Mariño)

El campamento secreto de Boma

Asesores militares cubanos a la entrada de Boma en 1977. El tercero de izquiera a derecha era jefe de la misión médica en Luena.

Asesores militares cubanos a la entrada de Boma en 1977. El tercero de izq. a der., Miguelito, era jefe de la misión civil en Luena; la mujer es su esposa.

En Boma, en el noreste de Luena [antiguo Luso], se armó  un campamento para los guerrilleros de Rhodesia -hoy Zimbabwe- . Estaba ubicado en las instalaciones de un antiguo leprosorio y era dirigido por asesores militares soviéticos y cubanos. Siempre vi más cubanos que rusos, pero casi todos los bolos de Luena estaban concentrados allí.  Los cubanos eran graduados de inglés  o profesores de ese idioma.

La primera vez que me mandaron, en 1977, me dijeron que iba a una misión secreta, que no se lo podía decir a ninguno de mis compañeros. El sitio era horrible, había que atravesar un río para llegar, y se llegaba por medio de un camino arenoso en medio de «la mata». Las edificiones del leprosorio eran de concreto, y luego agregaron casas de campaña.

Los médicos militares hacían el chequeo y yo tenía que vacunar a la gente, contra el tétanos sobre todo. Yo calculo que debe haber habido unas 10 mil personas, yo vacunaba en un día más de cien. Tenían muy mal estado de salud, se veían muy delgados, uñas pálidas.  Sabías que estaban anémicos sin tener que sacarles sangre.

Como al mes de empezar a ir, más o menos,  comenzaron a enfermarse y a morirse como moscas. Inicialmente los trasladaron al hospital militar de las FAPLA en Luena, donde los tenían acostados en el suelo, uno al lado de otro. Se morían 3 o 4 diarios. Después decidieron dejarlos aislados allá en Boma.

Se mandaron a buscar epidemiólogos y microbiólogos de Cuba y desde Luanda analizaban las muestras de sangre, pero nunca se supo de qué morían. Quién sabe si era sida, eso no se conocía en la época.

Dentro del campamento de Boma se celebró el 60 aniversario de la Revolución de Octubre, en 1977. Toda la brigada médica cubana de Luena fue para allá. Fueron incluso las mujeres de los asesores rusos. Los oficiales rusos vivían frente al hospital de Luena y viajaban todos los días a Boma.

La primera noticia que tuvimos de la existencia de ese campamento fue a través de un cirujano, a quien mandaron a Luau, en la frontera [con la actual República Democrática del Congo]. Le tocó reconocer a decenas de miles de hombres de Rhodesia y escoger a los más fuertes; a esos los mandaban en tren para Luena y de ahí al campamento de Boma.

El entrenamiento duraba entre tres y seis meses; luego traían más guerrilleros.

Ya cuando yo estaba en Cuba, como al año -creo que en 1979- me contaron que bombardearon el campamento y hubo muchas víctimas, tanto entre los rhodesianos, los rusos como los cubanos.

Un asesor militar nos contó que aparentemente el enemigo se infiltró y marcó el campamento con banderas en lo alto de los árboles para facilitar el ataque de la aviación rhodesiana. Los aviones entraron por el este, y nadie los vio, temprano en la mañana. Arrasaron.

(Testimonio de una ex enfermera cubana)

En remojo: LCB

He seguido con atención durante estos días de asueto en EEUU los comentarios al post sobre la Lucha contra Bandidos. Como he hecho antes, me gustaría hacer otro post con esos testimonios.

Antes, quisiera que me aclararan algunas dudas. Han mencionado ustedes una «segunda parte» de la LCB, en los años 80. ¿En qué consistía y cómo se diferenció de la LCB de 1976-77?   ¿Qué era exactamente Los Olivos?

Leyendas de la guerra

Jonas Sabimbi, líder de la UNITA,  y Holden Roberto, líder del FNLA

Jonas Savimbi, líder de la UNITA, y Holden Roberto, líder del FNLA

Los soldados del FNLA eran caníbales y los de la UNITA desollaban la planta de los pies de sus prisioneros y luegos  los retaban a caminar erguidos  si querían ganar su libertad; los que flaqueaban eran ejecutados. Historias como esas sobre la Guerra de Angola -verbales y también escritas- han circulado ampliamente a lo largo de los años.

¿Dónde termina la realidad y empieza la ficción?

¿Recuerdan qué otras historias circulaban sobre los enemigos de los cubanos?