Quifangondo, el Camino de la Muerte

Columna del FNLA marcha hacia Luanda, en vísperas de la batalla de Quinfandongo. Foto tomada del blog HavanaLuanda

Columna del FNLA marcha hacia Luanda, en vísperas de la batalla de Quifangondo. Foto tomada del blog HavanaLuanda

Holden Roberto, líder del FNLA, había jurado tomar Luanda antes de la declaración de independencia, el 11 de noviembre de 1975. Dos semanas antes, sus hombres habían tomado Caxito y Morro do Cal, en las cercanías de la capital de Angola.  Los cubano-angolanos se habían replegado a Quifangondo, desde donde habían rechazado ataques  el 5 y el 8 de noviembre. 

De acuerdo con el historiador Piero Gleijeses, autor de «Conflicting Missions», el director de operaciones del ejército sudafricano, General Viljoen, se reunió en dos ocasiones con Roberto a fin de aconsejarle una estrategia militar adecuada para la toma de Luanda. El líder bakongo no oyó consejos y se empecinó en un ataque frontal a Quifangondo.

Además  de combatientes bakongos, sus  fuerzas estaban compuestas por 120 mercenarios portugueses, algunos zairenses, sudafricanos y un pequeño grupo de la CIA, de acuerdo con Gleijeses. Otro historiador, Edward George, coloca la cifra total de atacantes en 3320.

Un poco de suerte ayudó a los angolanos y cubanos en esta batalla: el 7 de noviembre llegaron en el barco La Plata seis BM-21,  que arribaron a Quifangondo la noche del 9 de noviembre.  Por otra parte, el 8 de noviembre entró en Luanda el primer contigente de las Tropas Especiales del MININT como parte de la Operación Carlota. Los hombres, exhaustos del largo viaje aéreo,  fueron enviados de inmediato a Cacuaco, la segunda línea de defensa de Luanda en caso de que cayera Quifangondo.

Poco más de mil efectivos angolano-cubanos conformaban la defensa de Luanda en esa área. Gleijeses considera que había también 200 combatientes katangueses (Congo)  y un asesor soviético, llamado Yuri. Ustedes dirán.

Holden Roberto, cuando viajaba por el norte de Angola en 1975

Holden Roberto, cuando viajaba por el norte de Angola en 1975

En las primeras horas del 10 de noviembre, Roberto ordenó el ataque. Sus tropas fueron recibidas con una lluvia de proyectiles de los BM-21s, que rápidamente desintegraron el ataque, causando fuertes bajas -más de cien. Así debutaron en Angola las BM-21, potente armamento de la Guerra Fría. Las FAPLA y los cubanos tuvieron un muerto y cinco heridos.

A partir de ese momento, el FNLA se refirió a Quifangondo como «Nshila wa Lufu» o El  Camino de la Muerte, donde comenzó la destrucción de esa fuerza opositora angolana. El 11 de noviembre el MPLA y sus simpatizantes festejaron la independencia  en Luanda.

En entrevista en mayo de 1998 con el historiador Edward George, Roberto describió la batalla como «el peor día de mi vida». Y confesó que al ver los misiles soviéticos caer sobre sus hombres, deseó que la tierra se abriera y se lo tragara.

Invito a los veteranos de Quifangondo a contar sus recuerdos y anécdotas de estos sucesos.

Juanita Castro y Angola

Juanita Castro

Juanita Castro

Una conexión poco conocida de Juanita Castro con la Guerra de Angola ha salido a relucir por estos días a raíz de la presentación de su libro Fidel y Raúl: Mis hermanos.  La historia secreta.  Ex internacionalistas cubanos que estuvieron en el país africano en los años 1977-78 recordaron las alocuciones radiales de la hermana de Fidel Castro, que se trasmitían por una estación de radio sudafricana  en Luso (hoy Luena), provincia de Moxico, todos los días alrededor de las 7 de la noche.

En declaraciones para La última guerra, Juanita Castro -exiliada desde 1964- confirmó que grabó esos mensajes para emisoras radiales de Miami, voluntariamente, cuando ya no tenía ninguna conexión con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).  Las alocuciones fueron retransmitidas por emisoras radiales en Sudáfrica, país que ella visitaría años después.

Uno de los mensajes, según recuerdan algunos ex internacionalistas, decía:  «Tropas cubanas que se encuentran en el extranjero, hermanos cubanos que están en Mozambique, Angola, Congo, para ustedes va este mensaje, ¿no estarían ustedes mejor estando escuchando este mensaje en la radio junto a sus familias?»

Juanita mantuvo hasta 1970 un programa semanal de media hora, titulado Radio Periódico, que se transmitía para Cuba desde la potente emisora WRLU-Radio Nueva York. Sin embargo, al romper sus vínculos con la CIA por desacuerdo en el cambio de política de la administración de Richard Nixon hacia el régimen cubano y el comunismo internacional, la agencia le cortó inmediatamente los fondos que servían para financiar Radio Periódico.

Juanita también confirmó una información que ha circulado en la blogosfera sobre el hijo de Raúl Castro, Alejandro Castro Espín.

El coronel Alejandro Castro Espín, hijo y asistente personal de Raúl Castro

El coronel Alejandro Castro Espín, hijo y asistente personal de Raúl Castro, durante la presentación de su libro Imperio del Terror (2009)

Castro Espín sufrió un accidente en los años 80 durante la Guerra de Angola, a causa del cual perdió la visión de un ojo, dijo Juanita Castro a La última guerra. Juanita se mantiene al tanto de su familia en Cuba a través de su hermana Enma, quien reside en México desde 1960 y es la preferida de Fidel y Raúl.

La información fue ratificada además por una persona cercana a Raúl Castro en la época. La fuente, que pidió no ser identificada, cree que el accidente se produjo  en el área de Luanda cuando intentaba disparar un arma, y Castro Espín estuvo gravemente herido.

Silvio Rodríguez en Angola

Encontré este video de un Silvio Rodríguez jovencísimo cantando El Mayor en Angola, probablemente en los años 70. Me parecieron interesantes las imágenes de archivo que acompañan la canción, ¿les resultan familiares? ¿Reconocen a algunas de las personas?

Testimonio de una exiliada luso-angolana

Vista panorámica de Luanda en los años 70

Vista panorámica de Luanda en los años 70

María Joao Soares salió de Angola junto a su familia en abril de 1975, en el inicio del éxodo portugués. Al igual que le sucedió a los primeros exiliados cubanos que se radicaron en Miami, pensó que volvería en 6 meses a la tierra donde creció. Nunca más ha regresado.
«Dejamos todo. Mi padre tenía una mujer angolana y tengo 9 hermanos mulatitos, así que nuestra familia tenía componentes de todos los colores», relata. «Venimos a Paraguay, mi padre volvió a Angola y murió alla. Los otros estamos todos esparcidos por el mundo.
«Somos los olvidados, los angoleños blancos. No es por el color… es que para el mundo nosotros no existimos. A Portugal no les conviene nuestra existencia porque desnudamos la complicidad del gobierno de la época. Vendieron Angola a los rusos descaradamente. A los capataces que ‘gobiernan’ Angola no les convenimos porque somos capaces, cultos y patriotas».
Hace cuatro años, cuando el gobierno cubano conmemoró el 30 aniversario de la Operación Carlota, María se enfrascó en un debate con el funcionario del Partido Comunista Jorge Gómez Barata, y estoy segura de que en esa ocasión su réplica no fue publicada. María reprodujo la polémica en una sección de comentarios de este blog. Pueden verla aquí.

Paréntesis

La última guerra en Twitter: Estoy en la red social para comentar sobre mis investigaciones, lecturas, contactos, planes e impresiones personales mientras llevo este sitio.

En proceso: Para los veteranos de las batallas de Cabinda y Quinfandongo en 1975 cuyos comentarios he visto esporádicamente aquí, vamos a recordar esos sucesos clave la semana próxima.

Un joyita en la red: El blog HavanaLuanda, de reciente creación, con fotos excelentes de la Guerra de Angola, que tanto escasean. Se los recomiendo a todos.

Los cubanos: Ciudadanos de segunda

El escritor cubano Angel Santiesteban, autor del libro de relatos sobre Angola Sur: Latitud 13

El escritor cubano Angel Santiesteban, autor del libro de relatos sobre Angola Sur: Latitud 13

Primero estuvimos en Angola por quince años. Allí nos desgastamos por el capricho de llamarnos “internacionalistas”. La participación en esa guerra fue el precio de que Carter no pudiera retirar el Embargo a Cuba. Lo tenía casi logrado en aquel 1975. Luego Fidel Castro aseguró en el discurso del Congreso del Partido Comunista, que para Cuba era más importante la ayuda a aquel pueblo africano que la suspensión del Bloqueo. Por supuesto, nadie se molestó en preguntarle al pueblo cuál era su preferencia, cómo pensaba y qué votaba al respecto. Tampoco el pueblo sabía los planes en los que estarían incluidos los varones de esta tierra: serían enviados a una guerra lejana y ajena.

La guerra terminó en 1989, con un precio que aún estamos pagando, además de las secuelas físicas y psíquicas, nos mantienen el Embargo. Si aquel año se hubiera pensado primero en el pueblo cubano, como correspondía, hoy quizá tuviéramos un mejor desarrollo. Y no estoy contra la ayuda a otro país, todos somos hermanos, lo que duele es que por cincuenta años hemos estado pagando sin recibir nada a cambio. Sólo el sabor del sacrificio.

Ahora el Gobierno se queja del Bloqueo, lo que la economía ha perdido por esa razón, y a la vez, sirve de justificación para la frustrante economía cubana, porque los planes no se cumplen y le echan la culpa a las medidas norteamericanas. Creo que cuando un estudiante de música no tiene violín, la culpa fue por la elección de 1975, cuando se prefirió pensar en grande, influir en los destinos de la humanidad, y sin embargo, olvidaron la suerte de un pequeño pueblo. Cuando falta una medicina, por mucho que se critique a los yanquis, quien tiene más culpa es el dirigente que no pensó en su gente como primera prioridad.

Ahora vemos a la Angola de la posguerra, ha ido desarrollando gracias a sus recursos naturales. Los convenios con ese país ya no son para enviar soldados, ahora piden profesionales: médicos, Doctores en Economía, Historias, Matemáticas, quieren Científicos, los mejores y pagan bien. Aunque el gobierno les quita la mayor parte del salario a sus contratados. Y esos profesores regresan felices porque han ahorrado dinero que servirá para paliar la crisis.

Recientemente hemos visto con agrado que nos acompaña un nuevo blog: La última guerra, un esfuerzo por recobrar la memoria de aquellos dolorosos años, la manera de ponerle voz a los muertos, la inconformidad de esas vidas truncas por una conflagración que siguen sin comprender. De ahí la importancia del blog. Lo primero es no olvidar. Por mucho que los medios oficiales manipulen la historia, siempre resurgirá con la verdad. Y este blog puede considerase un comienzo de lujo para los cubanos. Los invito a leerlo, y a todos esos miles de cubanos que participaron en el conflicto africano y que mucho tienen que testimoniar, den a conocer la parte oculta de aquel capítulo infernal; y también, que opinen los millones de familiares que, de una forma u otra, sufrieron la pérdida, la separación, la agonía por la espera de la noticia fatal.

Eso es lo real, lo único que falta es que cada Gobernante cargue con su responsabilidad. Y con su conciencia, por supuesto.

(Publicado hoy en el blog de Angel Santiesteban, Los hijos que nadie quiso )

Rivalidades ancestrales

Soldados de la UNITA reciben con baile de la etnia ovimbundu a Jonas Savimbi, en 1986.

Soldados de la UNITA reciben con baile de la etnia ovimbundu a Jonas Savimbi, en 1986.

En Angola viven un gran número de mestizos y  varios grupos étnicos. De estos,  los dominantes son: Ovimbundu (hoy 37 % de la población), Mbundu (25%) y Bakongo (13%).  Puede decirse que cada uno de ellos estuvo representado por  las tres facciones angolanas durante la guerra civil.

Las filas de la UNITA estaban integradas por los ovimbundu, quienes se consideraban marginados del poder. La etnia principal del país se concentra en la zona que fue bastión de Savimbi, las provincias de Huambo y Bié. La mayoría habla el dialecto umbundu.

Los mbundu, mayoritariamente católicos, dominan el poder desde la independencia formal de 1975. Neto  era mbundu, así como Eduardo Dos Santos, el actual presidente. Su dialecto es el kimbundu. Se concentran en las provincias de Luanda, Bengo, Cuanza Norte, Malanje, y el norte de Cuanza Sul.

Holden Roberto, líder del FNLA, era bakongo. El embrión del FNLA fue la Unión Popular del Norte de Angola, cuyo nombre indica el territorio donde la etnia es dominante: las provincias de Uíge, Zaire y Cabinda. Su dialecto principal es kikongo.

El lector Luis Lobaina recuerda las pugnas entre los distintos grupos étnicos de Angola que le tocó presenciar:  «A veces hubo que salir a a frenar a las FAPLA, que daban golpes y le daban un tiro a cualquiera en un kimbo, ellos tenían problemas personales y problemas tribales con rivalidades muy viejas (…) los ovimbundos y todas esas tribus veían normal matar a alguien para resolver un problema familiar, la vida entre ellos no tenía ningún valor, y eso se reflejaba también en las FAPLA y en la UNITA. Me acuerdo una vez que hubo que rescatar al jefe de un kimbo porque lo iban a matar, ya lo tenían dentro de una goma de camión para echarle gasolina y meterle candela, tuvimos que llegar ahí , tirar unos tiros al aire para dispersar a la gente y entregárselo a la policía en Huambo para que no lo lincharan».

¿Tuvo alguno de ustedes una experiencia similar a la de Lobaina? ¿Eran informados de antemano los internacionalistas cubanos de las rivalidades étnicas en Angola? ¿Qué orientaciones les daban en caso de presenciar un conflicto?

Una ejecución anticipada

El general Arnaldo Ochoa, durante la fase final del juicio, en julio de 1989

El general Arnaldo Ochoa, durante la fase final del juicio, en julio de 1989

Las escasas fotos que se encuentran hoy en Internet del general Arnaldo Ochoa, como esta que ven aquí, muestran a un hombre derrotado por sus acusadores, fusilado en pleno juicio.

A Ochoa no sólo se le imputó narcotráfico y corrupción, sino también un mal desempeño militar en la Guerra de Angola. En los argumentos finales de la fiscalía, Raúl Castro lanzó una larga diatriba de varias horas, dirigida a destruir el prestigio de Ochoa.

Poco se recordó entonces de la trayectoria militar del acusado: combatiente de la Sierra Maestra, Playa Girón (o Bahía de Cochinos, como gusten) y Escambray y además de asesor militar en Venezuela, Congo, Sierra Leona, Siria,  Etiopía y Nicaragua.

Pueden ver algunos fragmentos del discurso en este video, hacia el minuto 1.45.  Nuevamente les pido que no se fijen tanto en el resto del video, tomado casi íntegramente del documental 8-A de Orlando Jiménez.

Raúl Castro dice : «¿Cómo se va cayendo en eso?  No andar charlataneando que esa guerra de Angola qué se yo, qué se cuando, que tomamos malas decisiones aquí, y él en Luanda, aunque daba su viaje al sur, trabajaba aquí, trabajaba allá…El que estaba allí enredado, al frente de todas las tropas nuestras, del grueso, era el jefe de la Agrupación de Tropas Sur, el compañero Polito (Leopoldo Cintra Frías), y no Ochoa, que se la pasaba haciendo otras actividades que después serán informadas… después que se reúna el Consejo…el Tribunal de Honor.»

Algunas de esas «otras actividades» a las que se refería Castro aparecieron ilustradas el año pasado en videos hasta entonces inéditos que difundió el canal Mega TV de Miami, y que pueden ver aquí , aquí y aquí .

En su larga e incoherente intervención Raúl apeló a varias comunicaciones de Ochoa sobre la guerra de Angola que supuestamente revelaban su incompetencia. Como recuerda el lector Carlos A, «se le acusó de haber abandonado las tropas en Cuito,negándoles el apoyo militar,e ignorando la magnitud del combate». El historiador Edward George precisa que entre reveses militares que se le atribuyeron en el juicio estuvo un contraataque cubano a las fuerzas sudafricanas durante la Batalla de Cuito Cuanavale el 14 de febrero de 1988, que costó las vidas de 14 cubanos y heridas a varios más. Teniendo en cuenta la intolerancia de Fidel y Raúl Castro a las críticas , no me caben dudas de que los cuestionamientos de  Ochoa a ambos sobre el manejo de la Guerra de Angola contribuyeron a su fatídico destino.

El juicio de Ochoa se produjo en pleno desmoronamiento del campo socialista, en una época de entusiasmo en Cuba por la perestroika que llevaba a cabo Mijaíl Gorbachov.

Veinte años después del fusilamiento del general, siguen en pie las mismas preguntas:  ¿Conspiraba para derrocar al gobierno? ¿Permitieron Raúl y Fidel Castro las actividades ilícitas de las que se le acusó? ¿Dónde están las pruebas de sus delitos?

Ochoa, «chivo expiatorio de los fracasos cubanos»

Fidel Castro y Arnaldo Ochoa, en los primeros años de la revolución cubana

Fidel Castro y Arnaldo Ochoa, en los primeros años de la revolución cubana

El historiador Edward George considera que la suerte de Arnaldo Ochoa estaba en gran parte sellada desde Angola, a causa de sus discrepancias con Fidel Castro sobre el manejo de las operaciones militares. La teoría de Edward es atendible porque es autor del libro más exhaustivo y completo sobre la participación cubana en esa guerra:  The Cuban intervention in Angola, 1965-1991, from Che Guevara to Cuito Cuanavale (2005). George trabajó durante ocho años en la investigación que lo llevó a Cuba, Angola, Miami, Sudáfrica y Gran Bretaña, donde entrevistó a numerosas personas.

Los problemas comenzaron poco después del nombramiento de Ochoa al frente de la Misión Militar Cubana en Angola, en noviembre de 1987, dice Edward.  «Ochoa no respondió bien a los intentos de Castro de imponer su voluntad desde La Habana, y la relación entre los dos hombres rápidamente se tensó, mientras que el colega de Ochoa, Leopoldo Cintra Frías (conocido simplemente como Polo) se ganó la estimación de Castro. Ochoa era pesimista sobre su responsabilidad y sus numerosos enfrentamientos con La Habana lo convertirían en el chivo expiatorio ideal de los fracasos cubanos (…)».

En el libro que recoge el proceso judicial contra Ochoa, Causa 1/89, hay una referencia a esas desaveniencias.  En diciembre de 1987, en plena Batalla de Cuito Cuanavale, Ochoa quería retirarse de esa localidad y de Menongue para fortalecer el centro de Angola, bajo ataque de la UNITA. En varias ocasiones insistió pero Fidel Castro vetó la propuesta, muy molesto por las ideas de Ochoa, que consideraba «inesperadas e inexplicables», en contra de su visión estratégica de la situación.

La Batalla de Cuito Cuanavale, que se produjo entre noviembre de 1987 y marzo de 1988 (y de la que queda mucha tela por cortar) fue íntegramente dirigida por Fidel Castro. Muchos recordarán que él mismo admitió públicamente que casi no había gobernado el país en 1988 porque toda su atención estaba dedicada al conflicto en el país africano. El general de Brigada y Fiscal General de Cuba, Juan Escalona, quien también estuvo en Angola, asegura que todas las operaciones en ese país las dirigió Castro «minuto a minuto».

En el juicio de junio-julio de 1989, sólo 6 meses después del inicio de la retirada de Angola, Ochoa no sólo fue acusado de corrupto, sino también de mal desempeño militar al frente la misión cubana. ¿Alguien recuerda los detalles?

Arnaldo Ochoa, ¿el más corrupto?

General Arnaldo Ochoa (1930-1989), condecorado Héroe de la República de Cuba

General Arnaldo Ochoa (1930-1989)

Al lector Rafael Machín el tema de la pacotilla le recuerda al general Arnaldo Ochoa. «Cuesta trabajo creer que mientras miles de cubanos se jugaban la vida en el sur de Angola, gentes como el señor Ochoa y compañía se pasaban la vida fiesteando, vacilando en Luanda, entre otras cosas cambiando y vendiendo la comida que necesitaban las tropas por la famosa “PACOTILLA”.

Hace poco más de un año, el canal Mega TV de Miami difundió algunos videos que muestran el estilo de vida de Ochoa y otros miembros de la cúpula militar cubana en Luanda. El lector Machín me hizo llegar algunos links, que están en Youtube. Aquí pueden ver uno de ellos; les sugiero prestar más atención a esa imágenes que a los comentarios:

Ochoa fue fusilado hace poco más de 20 años, el 13 de julio de 1989, sólo seis meses después del inicio de la retirada cubana de Angola. Creo que hoy quedan pocas dudas sobre sus actividades ilícitas, pero la idea  de que estaba preparando el derrocamiento de Fidel Castro sigue siendo, a falta de pruebas, especulativa.

En el juicio sumario a que fue sometido durante cinco días, Ochoa admitió haber  traficado con marfil, diamantes, ron, azúcar y maderas preciosas y también haber usado parte de las ganancias para comprar materiales de construcción para las bases aéreas de Cahama y Xangongo. Al parecer, también hizo 50 mil dólares de la compra de radios para las FAPLA. ¿Era Ochoa el más corrupto de todos los militares cubanos en Angola? Es  llamativo que sólo él y otros de los 12 acusados hayan sido sometidos al escarnio público por los negocios en la candonga.

Antes  de ser nombrado al frente de la Misión Militar Cubana en Angola en 1987, Ochoa ya era un militar cubano con prestigio en África. A fines de los 60 entrenó a rebeldes en el Congo, y en 1977 dirigió exitosas operaciones militares durante la intervención cubana en Etiopía, contribuyendo a la retirada de los somalíes.  En 1984 fue condecorado Héroe de la República de Cuba.

Las divergencias que sostuvo con Fidel Castro sobre el manejo de la Guerra de Angola sin duda catalizaron su caída en desgracia.  Pero les propongo dejar ese tema para otro debate.