Mi nombre es Alejandro pero la gente de Angola y de mi unidad, la 4895 Brigada de Desembarco y Asalto (BDA) me decían el Yety.
A nosotros nos mandaron para Angola en agosto de 1983 porque en un lugar llamado Cangamba había unos cubanos cercados. Nos dijeron que los sacaríamos del cerco y regresábamos a Cuba.
Recuerdo que llevamos el armamento y los paracaídas en el mismo avión en el que salimos de Cuba, pero después de Cangamba fue una cosa y luego otra, recorrimos Angola de norte a sur y de este a oeste, al final regresamos en enero de 1985 (fueron solo 18 meses, yo sé que la mayoría estuvo más tiempo).
Me alegra mucho haber encontrado este blog yo siempre he tratado de encontrar información sobre la guerra de Angola, porque formó parte de la vida de muchos cubanos y sus familias y por supuesto de los angolanos y de personas de otros países de la region-yo recuerdo que con nosotros estuvieron un tiempo unos namibianos.
En la guerra los amigos que uno crea son para toda la vida, son los que te ayudan en las situaciones difíciles. Si no, que lo digan los que prácticamente me tuvieron que cargar durante 3 ó 4 días por la selva en Malange cuando estaba tan débil por la hepatitis, hasta que mandaron un helicóptero. Cuando había frío dormíamos junticos para darnos calor (sin complejos).
Eso fue lo mejor de Angola, LOS AMIGOS.
Por eso aunque a muchos no los volví a ver y a otros no los veo hace tiempo quiero que sepan que no los olvido. (Testimonio de El Yeti, publicado originalmente en la sección Reencuentros)
*A los veteranos de Cangamba: Próximamente hablaremos de esa batalla.
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Sobre los amigos en el tiempo que yo estuve eran muchos pero los inseparables eran uno de pinar del rio otro de cardenas matanzas y yo de guanabacoa la habana eramos zapadores y siempre teniamos que ir juntos en las caravanas era como si no ir juntos podia pasar lo peor despues del regreso nos seguimos visitando a pesar de la distancia y el tiempo y siempre sobre todo en las despedidas entre abrazos habia lloradera esto muchas veces delante de nuestras esposas e hijos aunque ellos sabian que nosotros mucho tiempo anterior habiamos compartido hasta la misma vida de adolecentes hoy vivo fuera de cuba uno de ellos es militante del pcc pero se que el dia que volvamos a encontrarnos beberemos cerveza ron y terminaremos llorando nuevamente en la despedida delante de nuestras esposas e hijos
Los amigos de la guerra son amigos para toda la vida, tal y como los enemigos lo son para siempre tambien, aunque esto suene un poco negativo. Yo tuve amigos con los que compartí muchos momentos buenos y malos. la comida, el cafe, una aspirina, un trago de agua o de ron. Tuve otros a los que crei amigos y cuando pudieron me robaron, me calumniaron, me trataron mas mal que el propio enemigo. No por gusto le tengo mejor consideracion a algunos soldados sudafricanos que a muchos oficiales cubanos. Pero por suerte, de esos ya poco me acuerdo, pues a pesar de que no los voy a olvidar, prefiero utilizar mis energias en pensar y ayudar a los otros, a los que le debo en parte mi vida y tantos buenos momentos. Cuando nos hemos encontrado no solo lloramos abrazados, sino que cantamos, bebemos, nos hacemos las mismas anecdotas y los mismos cuentos mil veces, pues forman parte de nuestra vivencias dificiles y comunes y gracias a ellas somos amigos. Es lo mejor de esa guerra, y hoy por hoy ninguna medalla, ninguna pacotilla, ningun diploma o distincion, ningun discurso de ningun dirigente puede de veras suplir la ausencia de aquellos amigos que nos mataron en la guerra.
Yo ansio ver a varios de los que fueron mas cercanos, pues los tengo siempre presentes aunque estamos muy lejos en la distancia. Hay uno a quien le salvé la vida, y hay otro que me la salvó a mi, por eso los tres estamos atados para siempre con el lazo de una amistad inmortal. Es lo unico que agradezco de esa maldita guerra.
Murcielaguito, sería interesante que contaras esas anécdotas, del que te salvó la vida y de la persona a quien salvaste. slds
Describir los acontecimientos tal y como fueron vistos es más que un compromiso. Es la voluntad de hacer permanentes los recuerdos discordantes que se trasmiten de persona a persona y que nunca volverán a repetirse, excepto cuando nos encontremos tal vez en una playa o coincidamos durante una celebración festiva después de pasados los años. Nunca será igual. Aquellos de nosotros que anduvimos esos lares hemos tomado rumbos diferentes. Estos cambios pueden atenuar, en algunos casos, las acciones combativas y en otros hacerlas brillar en exceso. Eso ha sucedido tantas veces… y, no se ha dispuesto de tiempo para conversar a fondo cuando nos encontramos. Él hace un rápido recuento de aquello y uno pasa más rápido aún y la oportunidad de volverse a ver no resulta tan fácil como a veces uno piensa. Que alegría la de ver nuevamente a los viejos amigos hermanados en el combate!, pero ahora voy deprisa: “Tienes tu, mi teléfono? Llámame…”! Exactamente…ya no es igual.
Asi mismo, yo tambien hace mucho tiempo que no los veo. especialmente dos que deje en cuba, uno es el padrino de mi hijo, cada vez que va a casa de mi suegra en Cuba, me mandan un mensaje al cellular para que lo llame y hable con el, luego mi suegra me cuenta que cuando terminamos la conversacion siempre ve como se le aguan los ojos.
El otro amigo que deje alla, no quiere saber de mi pues todavia es miembro del ejercito cubano y piensa que le quiero cambiar la mente. Muchos aqui diran que ya ese no es mi amigo, pero para mi lo sigue siendo, ya cambiaran los tiempos y entonces nos perdonaremos y nos sentaremos a compartir juntos como antes, quizas se me vaya la vida esperando ese momento, pero yo seguire esperando.
eso es verdad , te conocen en el combate mejor que la madre y el padre de uno