El historiador Edward George considera que la suerte de Arnaldo Ochoa estaba en gran parte sellada desde Angola, a causa de sus discrepancias con Fidel Castro sobre el manejo de las operaciones militares. La teoría de Edward es atendible porque es autor del libro más exhaustivo y completo sobre la participación cubana en esa guerra: The Cuban intervention in Angola, 1965-1991, from Che Guevara to Cuito Cuanavale (2005). George trabajó durante ocho años en la investigación que lo llevó a Cuba, Angola, Miami, Sudáfrica y Gran Bretaña, donde entrevistó a numerosas personas.
Los problemas comenzaron poco después del nombramiento de Ochoa al frente de la Misión Militar Cubana en Angola, en noviembre de 1987, dice Edward. «Ochoa no respondió bien a los intentos de Castro de imponer su voluntad desde La Habana, y la relación entre los dos hombres rápidamente se tensó, mientras que el colega de Ochoa, Leopoldo Cintra Frías (conocido simplemente como Polo) se ganó la estimación de Castro. Ochoa era pesimista sobre su responsabilidad y sus numerosos enfrentamientos con La Habana lo convertirían en el chivo expiatorio ideal de los fracasos cubanos (…)».
En el libro que recoge el proceso judicial contra Ochoa, Causa 1/89, hay una referencia a esas desaveniencias. En diciembre de 1987, en plena Batalla de Cuito Cuanavale, Ochoa quería retirarse de esa localidad y de Menongue para fortalecer el centro de Angola, bajo ataque de la UNITA. En varias ocasiones insistió pero Fidel Castro vetó la propuesta, muy molesto por las ideas de Ochoa, que consideraba «inesperadas e inexplicables», en contra de su visión estratégica de la situación.
La Batalla de Cuito Cuanavale, que se produjo entre noviembre de 1987 y marzo de 1988 (y de la que queda mucha tela por cortar) fue íntegramente dirigida por Fidel Castro. Muchos recordarán que él mismo admitió públicamente que casi no había gobernado el país en 1988 porque toda su atención estaba dedicada al conflicto en el país africano. El general de Brigada y Fiscal General de Cuba, Juan Escalona, quien también estuvo en Angola, asegura que todas las operaciones en ese país las dirigió Castro «minuto a minuto».
En el juicio de junio-julio de 1989, sólo 6 meses después del inicio de la retirada de Angola, Ochoa no sólo fue acusado de corrupto, sino también de mal desempeño militar al frente la misión cubana. ¿Alguien recuerda los detalles?
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