¿Qué cubano de la isla no recuerda esta serie televisiva de 1984? ¿Quién no se emocionó con la muerte de Ignacio y el regreso de los tres amigos a la casa de la joven viuda en el capítulo final?
No sé qué impresión les causa hoy a ustedes, pero para mí, este fragmento al cabo de los años me sabe a edulcorado realismo socialista.
Algo más que soñar fue producida por los Estudios Cinematográficos y de Televisión de las FAR (ECITVFAR) con fines propagandísticos, para impulsar el reclutamiento de jóvenes en la fase final de la Guerra de Angola. Me imagino que funcionó como un boomerang, porque a pesar de que la serie enfatizaba el lado «glorioso» de la participación cubana en Angola, la inesperada muerte del personaje Ignacio nos recordó a todos el saldo trágico de ese conflicto armado, que devastó miles de hogares cubanos.
Esta representación de una guerra «bonita», tiene tanto que ver con la realidad como los actores con verdaderos soldados. Como en todas las guerras, en la de Angola hubo abusos y degradación de la condición humana por parte de todos los bandos. En Cuba, sin embargo, las representaciones del conflicto en los medios de difusión aún están cubiertas por ese falso velo de aséptica heroicidad. El verdadero rostro de esa guerra -monstruoso, implacable- aún sigue oculto para la mayoría de los cubanos.
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Tenia 10 años cuando televisaron ésta serie, y jamás me pasaba un capítulo. Ha sido inolvidable para mi,ha sido la mejor serie que he visto em mi vida,cuando vivía en cuba.
Chivemba, primera linea de combate, provincia Huila odio la guerra con todas mis fuerzas y ese serial creo que fue el culpable que un joven de 18 anos se enbullara a participar en una locura como la guerra en Angola. mi verdadero triumfo es saber que el pueblo angolano ahora puede disfrutar de una vida mas tranquila
aquello fue una gran farsa, los oficiales en su mayoria eran agazapados y cobardes, trataban por todos los medios de no jugarsela, yo recuerdo que de mi unidad las 14.5 de tchmutete, nunca ningun oficial fue a ninguna parte, los soldados eran los que iban a cumplir misiones, sobre todo los choferes coge tu camion y tus pertenencias y presentate en el grupo tactico, no sabias ni para que te habian elegido. Los militantes no eran los primeros, los informantes tampoco. Recuerdo a Pablo Misiones (militante) siempre que se movia a cualquier parte, aunque fuera a bañarse, decia que iba a cumplir una mision, por ello el apodo, estaba loco por ir a cualquier lado y traer alguna pacotilla (cualquier objeto no usual y que sirviera para llevar de vuelta a cuba, un jabon ,un pañuelo de mujer, un spray) y se enrolo en una salida, que le costo tiempo metido en el monte, con el se fue Alberto Carvajal un negro amigo mio y de mi pueblo, El Pablo militante pidio auxilio aquello estaba feo, eran un grupo de cubanos comandados por el mayor Cadenas ( de matanzas )con tropas angolanas y todo el tiempo operando en el monte valiente tipo lo tenian castigado por problemas de sexo con nativas o algo asi, pero no tenia miedo (estuve en la operacion liberacion de Cuangar, con el). Entonces el teniente machado j de transporte,queria mandar a alguien para que pablo no se perdiera mas las reuniones del partido, yo le dije, Yo voy y relevo a Alberto, y a pablo que lo releve otro, pero nadie estuvo dispuesto, y como alberto no estaba en el plan la cosa se quedo asi hasta que un mes despues regresaron. El jefe de unidad fue siempre un mentiroso, pedro jimenez soto, un dia de regreso del regimiento llego reuniendo a la tropa y les decia, señores no puedo decirles mucho sobre el relevo de nuestra unidad, pero si que los barcos estan en el agua… Y sile un jodedor le contesto, y donde van a estar los barcos si nos es en el agua porque en la carretera seguro no estan, aquello se cayo abajo, con risotadas y abucheos. Este misimo mayor que era de santa clara tenia un valet de chambre que le deciamos el jibaro, tambien de santa clara y le arreglo la salida por enfermedad y lo mando lleno de maletas de su propiedad, cuando el jibaro llego a santas clara fue a la casa del mayor y le dijo a la esposa, digale a soto que me robaron todas las maletas en el barco, que clase ti[po el jibaro, se cobro con creces todo el servicio brindado,
jibacoa eres un siquitrillao no te lamentes mas de lo q hicistes y no cuentes mas cosas q talvez las oistes no pudistes estar en tantas partes ala vez y saber tantas cosas q no son ciertas
este serial lo v pero recuerdo que cuando yo regerese deangola regresamos vestdo decvil y no existia ninguna medalla eso fue ya casi alos fnales anosostros no nos recbio nadie solo montabas la guagua te daban 300 pesos y coje pa tu cas arecuerdo que cuando llegue no conocia aquello y mmadre no la conocia y regrese porque matraon auna persona herberto en una emboscada y creyeron que era yole djeron ami madre que estab muerto ella nunca lo creyo me sacaron en chipojo bajo unfuerte bombardeo en yamba hasta luanda ahi abase dequinina y despues en aeroflot hicimos escala en cabo verde ay nos encontramos con sudarafrcanos que en perfecto español querian comprarnos para pelear demercenario estos estaban contraje delinas aereas desudafrica que sempre asi escala ah cuando llegaba aeroflot cuanto lamento no averme pasado al otro lado por lo menos te pagaban y no te taricionaban
la verdad personificada de mentir la escala en avion la hacia en isla sal, pero no te quedastes x q no quisistes siestuvistes en angola te acordaras q irse para sud africa era facil y valias una pila de pesos pero ahora no tiene merito hablar x hablar di la verdad y seras mas admirado x todos los q estuvimos en esa gurra
ademas en elsur solo enviaban alos que seportaban mal alos pelotones decastigos y alos orentales santagueros y guntanameros y tuneros pocos de la habana ylos que mandaban dela haban o porque eran hjos deobreros simples o por castigos por ser rebelde ami me mandaron por estar en unidades especiales y estuve en la lmpia decontrainsurgenca los olivos no teniamos indades y casi toods eran resevistas con misiones y medios kimbaos y degatillo alegre no me arrepiento pero veo las dmensone delo vvido aqu no ogo hablar delas operaciones delos olivos delos chicos que sefuero dematala huyendo con las muncancala y sepasron asudrafca que genero la operacion rescate donde hubieron 7 muertos y mas heridosde vertiente y santa clara cerca delas mnas de chamutete
bueno titola guerra essucia yo estuve en los lugares mas peligroso dela selva angolana operando todo cubalai y cassinga chamutete todo el sur deangola y si te cojan te mataban undia cojimos prisionero aun unta y loangoleños selos entrgamos y lo colgaron sn mas cojer niños y abañonetearlos esa gente tenia trauma deguerra nosotros no fuimos la exceptcion en una emboscada mataron dos compañeros y cayo uno delos kuachas les fuimos acurar y el tipo mordio fuerte al santaro le arranco el dedo cojimos y le disparamos todo los cargadores nos acordamos denuestra gente muerte y le dimos su merecdo asi es la guerra y no me arrepento eran ellos o nosostros aunque despues lo respete como soldado si hubiera sido yo que me hubieran hecho igual detods manera estabas aterrillado si no eran ellos era la parte cubana delos oficiale y los descarados dela containteligencia
Tengo muchísmo que decir sobre esa asquerosa guerra en la cual participé. Más cosas malas que buenas. De estas últimas, sólo los amigos que conservo para toda la vida y haber crecido como hombre, pero no porque esa cosa monstruosa forme a alguien, sino porque allí me curtí contra la maldad y el abuso de poder de los militares superiores, quienes nos veían -a la soldadezca- como siervos y de “compañeros” de trinchera: oportunistas y criminales dispuestos a todo por ganarse un viajecito extra a la isla. En mi unidad -Matala, una de las peores del sur angolano por su alta peligrosidad- a los recien llegados se les llamaba «muñecones» por lo limpo y fresco de su caras y el ropaje militar a la llegada. Además de la inexperiencia en esos campos de batalla del diabolico plan castrista contra hermanos de un mismo pueblo en lucha por diferencia de criterios políticos. Angola pagó al gobierno -que no al pueblo, que ponía a sus mejores hijos- de Cuba con joyas, maderas preciosas, algo de combustible y dinero sucio toda esa intervención abiertamente mercenaria. Es verdad que esa guerra no era obligatoria, pero entonces los de mi generación eramos muy jóvenes , algunos adolecentes -fácilmente manipulables- y formábamos parte del horrendo Servicio Militar General con el «aliciente» de cumplir allí sólo dos años. Recuerdo a compañeros que aconsejados por sus padres, amigos o con la visión clara -adquirida durante la «preparatoria» en los campos de Soroa- de un futuro incierto, plantearon su renuncia a participar en semejante locura y recibieron como «premio a su sinceridad» castigos no graves, pero si degradantes para su sensible moral y ética humana.
No quiero demonizar la guerra, ahi en mi opinion nadie fue obligado, por lo menos de los mios, de mi compañia, incluso vi hombres mayores llorar porque se tenian que quedar. Me dicen algo de esto, de una guerra como esa ahora, despues de mas de 25 años, y por supuesto que no voy, pero en ese momento nos tenian comido el coco, que si el internacionalismo , que si la libertad de los pueblos, blabla, bla bla.
De los horrores de la guerra, muchos, para entrar en un kimbo disparabas a los techos,si no salia nadie en unos segundos pues tirabas una granada. Por eso todos salian corriendo cuando veian que venian las tropas, que siempre lo sabian por mas que queriamos escondernos o llegar sigiliosamente.
Despues me entere por un swapo, que nos olian, si,nos olian, era increible, a partir de ahi cuando salia de caminata trataba de ensuciarme lo mas posible y sobre todo de hecharme fango en la cara, porque sino llamabas la atencion por blanco y todo el mundo te tiraba.
Ahi comprendes que no hay reglas, que si cojes un prisionero y no lo puedes llevar contigo, tienes que matarlo y eso paso varias veces.
Llegamos a un kimbo, una aldea, y la gente regreso cuando vio que no habia peligro con nosotros y los dejamos regresar despues de revisarlo bien todo, es que nos hacia falta cambiar dos sacos de arroz( lo único que teniamos) por una vaca o algo de carne, es que estabamos cerca de Namibia o en Namibia, abandonados a la gracia de dios.
Bueno, lo primero que se hacia era separar las mujeres de los hombres y revisar a estos, les quitabamos las camisas o los trapos que tuvieran y veimos si tenian marcas en la piel de los sacos de la unita, que no era mas que un jolongo con sogas, entonces esas sogas se les metian en los hombros y tremendas marcas. Cuando le fuimos a quitar la camisa el tipo se resistio y se mando a correr, por aquellas sabanas fue un blanco facil, un rafagazo y cayo dando brincos como una pelota, habia otro que se hechó a llorar y un swapo se lo llevo a un kimbo a obtener «inteligencia» como decian, eso era darle con un cinto ruso hasta que hablara. Los cubanos que conocí ahí le haciamos asco a esos tratos, no estabamos de acuerdo, por eso lo ignorabamos, pero no podias meterte ese era su guerra también, su país.
A ese pobre infeliz le metieron un tiro, el swapo, porque el salió y dijo » todo bien, primo, todo bajo control».
Asi fue eso.